PELIGROS DE LAS INSTALACIONES ELECTRICAS 2 de 2 Por Santiago Durán

Santiago Duran García PROYECTOS Leave a Comment

En el estudio realizado por José Carlos Toledano, José María De Las Casas y César Bedoya, publicado en la revista de Seguridad y Medio ambiente, se realiza un estudio sobre el estado de la instalación de electricidad en las viviendas, la mayoría de las analizadas (66,7%) construidas entre 1975 y 2002, correspondiendo al periodo 1986-2002 la mayor concentración de viviendas construidas (36,9%).

PARTES A REVISAR DE UNA INSTALACION
Las instalaciones interiores son las que, partiendo del cuadro general de mando y protección, llevan la energía eléctrica a todos los puntos de luz y tomas de corriente de las diferentes estancias de las viviendas.
El número de circuitos y sus características técnicas estará en función del grado de electrificación, del equipamiento de electrodomésticos, del nivel de confort que se quiera dar a la vivienda, etc., pero como mínimo se instalarán los circuitos que se establecen en la Instrucción ITC-BT 25 del Reglamento para Baja Tensión de 2002.
Los circuitos interiores, definidos en la instrucción del mencionado reglamento, son clasificados del C1 al C12. Cada uno de ellos estará protegido por un interruptor automático (protección contra sobrecargas y cortocircuitos), con una intensidad asignada según tipo de circuito.

Tabla 1. Puntos de utilización mínimos en cada estancia

Los circuitos reglamentarios son:

■ C1 destinado a alimentar los puntos de Iluminación.
■ C2 destinado a tomas de corriente de uso general y frigorífico.
■ C3 destinado a alimentar la cocina y el horno.
■ C4 destinado a alimentar la lavadora, el lavavajillas y el termo eléctrico.
■ C5 destinado a alimentar las tomas de corriente de los cuartos de baño, así como las bases auxiliares del cuarto de cocina.
■ C6 circuito adicional de tipo C1 por cada 30 puntos de luz.
■ C7 circuito adicional de tipo C2 por cada 20 tomas de corriente de uso general o si la superficie útil de la vivienda es mayor de 160 m2.
■ C8 destinado a la instalación de calefacción eléctrica, cuando exista previsión de ésta.
■ C9 destinado a la instalación de aire acondicionado, cuando existe previsión de éste.
■ C10 destinado a la instalación de una secadora independiente, cuando se prevea.
■ C11 sistema de automatización (domótica, seguridad, etc.), cuando se prevea.
■ C12 adicionales de cualquiera de los tipos C3 o C4, cuando se prevean, o circuito adicional del tipo C5, cuando su número de tomas de corriente exceda de seis.

Según el gráfico 2, la mayoría de las instalaciones eléctricas (89,9%) se han realizado a partir de 1975 (rehabilitadas, reformadas o de nueva ejecución).

En los gráficos 3 y 4 se resumen las anomalías detectadas en las 821 viviendas analizadas.

Gráfico 3. Interruptores con incidencia con relación a las 821 viviendas analizadas y Gráfico 4. Tomas de corriente con incidencia con relación a las 821 viviendas analizadas.

Los interruptores de iluminación de salones y dormitorios son los más modificados, casi un 27% de las casas analizadas, a la vez que también son los que más veces quedan ocultos detrás de cabeceros de cama, muebles de salón, tresillos, etc., con cerca de un 18%.El 40% de las tomas de corriente están modificadas u ocultas, y entre el 61% y el 75% tienen ladrones, alargaderas o enchufes múltiples. Hay que buscar soluciones a esta situación, que puede ser causa de problemas de seguridad para las personas y los bienes debido al sobrecalentamiento de las instalaciones o de los mecanismos.
El 40% de las tomas de corriente están modificadas u ocultas; el 61% y el 75% tienen ladrones, alargaderas o enchufes múltiples, respectivamente las que no se han rehabilitado o reformado.
De acuerdo al estudio, el número de anomalías decrece a medida que disminuye la antigüedad de la instalación eléctrica o de telecomunicaciones

RESULTADOS DEL ESTUDIO
Según el estudio, existe una incidencia directa entre el año de construcción/modificación de la instalación eléctrica y el número de incidencias o incumplimientos del mismo.

Gráfico 4. Relación entre el año de la instalación eléctrica y el número de anomalías.

Esto nos indica que, con el paso de los años, las estancias de la vivienda se van adecuando a otros usos o se van adaptando a nuevas tecnologías.
Según las tablas las viviendas que han sido rehabilitadas tienen un índice de anomalías inferior a las viviendas no rehabilitadas del mismo año. Podemos suponer que esto se debe a que, a la hora de hacer la rehabilitación, el propietario de la vivienda conoce sus necesidades y ubica los mecanismos.

Antigüedad de la instalación y la disminución del número de anomalías.

En el caso de las sobretensiones, los aumentos de tensión que pueden dañar los electrodomésticos de la vivienda, existe en el mercado el denominado Protector General de Sobretensión de Red (PGS), capaz de proteger los ordenadores y electrodomésticos por fallos del neutro, algo que no consiguen los diferenciales y automáticos (PIA) de los cuadros eléctricos. Cuando la tensión sube por encima de los 240-260V, el PGS dispara el diferencial, protegiendo los aparatos de la vivienda y evitando posibles incendios, siendo posible con un solo PGS proteger toda la vivienda

TOMAS DE TELEVISION Y TELEFONOS
Hasta el año 2000 se solía colocar una toma de TV en el salón y como mucho una segunda en el dormitorio principal, por lo que han sido numerosas las viviendas que han colocado otra toma de TV en otros dormitorios y en la cocina. A partir de 2000, con los teléfonos inalámbricos y los router Wi-Fi, ya no es necesaria la toma de telefonía. Las tomas de telefonía tuvieron un gran incremento de 1990 a 2000 para poder colocar un segundo teléfono o instalar ordenadores con Internet ADSL en los dormitorios y otras zonas.
Las instalaciones interiores de las viviendas son mejorables en cuanto a la ubicación y cantidad de los puntos de utilización de las instalaciones eléctricas (interruptores y tomas de corriente fundamentalmente), y en menor medida las instalaciones de telefonía y de televisión. Según su incidencia, hay que destacar:

Instalaciones de electricidad

■ El 26,2% de los interruptores de los salones han sido modificados.
■ El 26,9% de los interruptores de los dormitorios han sido modificados.
■ El 39,7% de las tomas de corriente de los salones han sido modificadas.
■ El 39,8% de las tomas de corriente de los salones están ocultas.
■ El 38,2% de las tomas de corriente de los dormitorios han sido modificadas.
■ El 35,2% de las tomas de corriente de los dormitorios están ocultas.
■ El 74,3% de las tomas de corriente de los salones tienen ladrones o alargaderas.
■ El 60,7% de las tomas de corriente de los dormitorios tienen ladrones o alargaderas.

Gráfico 5. Relación del índice de anomalías con la rehabilitación de la vivienda y Gráfico 6. Relación mecanismos ocultos – rehabilitación.

Instalaciones de telecomunicaciones

■ El 34,5% de las conexiones de telefonía de los salones han sido modificadas.
■ El 18,6% de las conexiones de telefonía de los salones están ocultas.
■ El 37,4% de las conexiones de telefonía de los dormitorios han sido modificadas.
■ El 14,8% de las conexiones de telefonía de los dormitorios están ocultas.
■ El 36,3% de las tomas de TV de los salones han sido modificadas.
■ El 18,9% de las tomas de TV de los salones están ocultas.
■ El 41,3% de las tomas de TV de los dormitorios han sido modificadas.
■ El 12,8% de las tomas de TV de los dormitorios están ocultas.

Destacamos que las viviendas reformadas o rehabilitadas tienen un índice inferior a la media; y las incidencias de las instalaciones de telefonía y de televisión se centran en las estancias salón, dormitorio y cocina.
En cocinas, la variación de las tomas de corriente es más complicada. Únicamente aparecen ladrones en alguna toma de corriente cerca de las encimeras, pues es escaso el número de tomas de corriente; por el contrario, proliferan los pequeños electrodomésticos de ayuda a la cocina, como son freidoras, exprimidores, batidoras, etc.
La incidencia generalizada de utilización de ladrones, enchufes múltiples o alargaderas en el salón responde a la ubicación en esta estancia de la casa de los aparatos de TV, vídeo, CD, TDT, música, etc., todos los cuales necesitan tomas de corriente. Los dormitorios no principales (2, 3 y siguientes) se empiezan a utilizar como cuartos de estudio, cuartos de estar, etc., y en muchos casos es donde se colocan los ordenadores con todos los equipos auxiliares. El hall de entrada y los pasillos no contemplan prácticamente modificaciones. Las terrazas, al igual que los pasillos, no contemplan prácticamente modificaciones, lo que refleja que son lugares en los que las instalaciones están bien proyectadas.

En los cuartos de baño no se suelen registrar incidencias, ni por variación de tomas de corriente, ni por la utilización de ladrones o alargaderas. Esto es debido a la «prevención de riesgos eléctricos», siendo los lugares donde las personas pueden ser más vulnerables al accidente eléctrico (manos mojadas, descalzos, etc.).
Las incidencias de las instalaciones de telefonía se centran en las estancias salón, dormitorio y cocina, siendo casi nulas en el resto de las estancias. Las incidencias de las instalaciones de TV, al igual que las de telefonía, se centran en las estancias salón, dormitorio y cocina, siendo casi nulas en el resto de las estancias.
Hay que destacar el desconocimiento generalizado que tienen los «usuarios en general» de la instalación eléctrica y de la instalación de telecomunicaciones de su vivienda: potencia de la instalación, potencia contratada, número de circuitos, etc., y en menor medida de las tomas de telefonía y de TV, ubicaciones de las tomas eléctricas, etc.

CONCLUSIONES
MÁS DEL 90% DE LAS VIVIENDAS CON MÁS DE 25 AÑOS DE ANTIGÜEDAD TIENEN INSTALACIONES ELÉCTRICAS INSEGURAS O MUY INSEGURAS. De los 35.000 incendios que se producen al año en los hogares españoles, 7.000 son causados por aparatos e instalaciones defectuosas. SIN EMBARGO, LA SEGURIDAD ELÉCTRICA SIGUE SIENDO UNO DE LOS TEMAS MÁS OLVIDADOS POR LOS PROPIETARIOS.
La Federación Nacional de Empresarios de Instalaciones Eléctricas de España (FENIE) llevó a cabo una campaña para la rehabilitación de la instalación eléctricas que se dirige fundamentalmente a aquellos inmuebles anteriores al año 1973 que no cumplen con el reglamento electrotécnico de baja tensión que entró en vigor ese mismo año, y a los que, aun respetando la normativa, tienen una instalación en mal estado. De hecho, según la federación, MÁS DEL 70% DE LAS VIVIENDAS MODERNAS POSEEN EQUIPOS POCO SEGUROS.

REVISE SU INSTALACIÓN ELÉCTRICA, ES POR SU PROPIA SEGURIDAD.

Ejemplo de Cuadro con electrificación básica
Ejemplo de Cuadro con electrificación elevada

BIBLIOGRAFIA
Por JOSÉ CARLOS TOLEDANO GASCA. Licenciado en Ciencias Físicas, Técnico de Iberdrola, Gerente de Relaciones Institucionales. jc.toledano@acta.es. JOSÉ MARÍA DE LAS CASAS AYALA. Dr. ingeniero industrial del ICAI, Profesor titular de Universidad, Escuela Técnica Superior de Arquitectura, Universidad Politécnica de Madrid. CÉSAR BEDOYA FRUTOS. Dr. Arquitecto, Profesor titular de Universidad, Escuela Técnica Superior de Arquitectura, Universidad Politécnica de Madrid.

Santiago Durán García
Arquitecto Técnico (UPM)
MDI Máster En Dirección Inmobiliaria (UPM)
EEM Gestor Energético Europeo (UPM European Energy Manager)
M. 618.519.717
www.sduran.es
santiagodurangarcia@gmail.com/ s.duran@sduran.es

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