PATRIMONIO DESCONOCIDO – REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA 1/2 Por Santiago Durán

Santiago Duran García PROYECTOS Leave a Comment

En la calle Huertas, esquina calle León, se encuentra una de las joyas más singulares y desconocidas de Madrid, especialmente para las hordas de turistas que visitan la Ciudad estos días. Actualmente ofrece un aspecto remozado, fruto de una reciente rehabilitación, pero los turistas se quedan en la superficie, cuando siempre lo mejor está en el interior.

Proyectado por el Juan de Villanueva, para la Comunidad jerónima de San Lorenzo de El Escorial, para instalar la imprenta dedicada a los libros de rezo. Tomo popularmente el nombre de EL NUEVO REZADO.
En el siglo XIX fue ocupado por el diario «El Correo Nacional», y más tarde el Archivo Histórico Nacional. Eduardo Saavedra emprendió la primera reforma, entre 1871 y 1874, para acoger a la Real Academia de la Historia. En él también se constituyó la Real Sociedad Geográfica en 1876.
La primera sede de la Real Academia estuvo en la Biblioteca Real, en tiempos de Carlos III se trasladó a la Real Panadería de la plaza Mayor y más tarde a su sede actual, en la calle León.
Fue reformado por Fernando Chueca Goitia y ampliado con el palacio a su espalda, perteneciente al marqués de Molins.

HISTORIA DEL EDIFICIO

Tras el Concilio de Trento (1563) y este Nuevo Rezado, Felipe II concede el monopolio de impresión para libros litúrgicos a los jerónimos de El Escorial. El día 15 de julio de 1573 Felipe II firmó la concesión del Nuevo Rezado al monasterio del Escorial, es decir, les da licencia para que los monjes escurialenses, y no otros, “puedan imprimir, y vender en los Reynos, o meter impresos de fuera de ellos los dichos Misales y Breviarios, Diurnales… sin excepción alguna”.
Diseñada por Juan de Villanueva, el mismo arquitecto autor del Museo del Prado o el Observatorio Astronómico del Retiro, las obras de construcción comenzaron en 1788, con austeridad en la ornamentación, pero con grandes proporciones y valiosos materiales. Las crónicas de la época cuentan la admiración de las gentes, cuando vieron entrar por Madrid los carretones que conducían las jambas y el dintel de la puerta tirados por veintiocho pares de bueyes.
Al caserón se anexionaron en 1974 el palacio del Marqués de Molins y una pequeña casa de la calle de las Huertas, completando así toda la manzana entre las calles León, Huertas, Amor de Dios y Santa María.

El edificio es un tremendo cubo de fábrica con piso bajo, principal y segundo. La portada principal lleva encima un balcón y un hueco remontado por un sencillo escudo donde aparece la parrilla de San Lorenzo, por su vinculación al Monasterio de El Escorial, en esa portada hay que fijarse especialmente en las ménsulas que enlazan las columnas planas que enmarcan el vano de entrada con el soporte del balcón.

Los muros de fachada son de ladrillo visto y las jambas de los huecos de granito. En el interior no existe viguería de madera en los pisos y todos ellos se sostienen mediante bóvedas de ladrillo, estamos ante el primer edificio incombustible, ya que sólo se encuentra madera en las puertas y ventanas, por tratarse de un depósito de libros donde el peligro de incendio aumentaba con el uso de la madera.

EDIFICIO DEL NUEVO REZADO

Tiene planta rectangular distribuida en torno a dos patios, uno cuadrado y otro rectangular. Las fachadas son de líneas sobrias en ladrillo con remates en piedra, dando importancia a las plantas el distinto tamaño de huecos. En la fachada principal hay que destacar la portada, con la parrilla de San Lorenzo, una de las aportaciones de Villanueva al neoclásico madrileña.
El edificio de Villanueva es uno de los primeros edificios incombustibles del imperio, debido a su contenido (los libros de rezos de los Monges de El Escorial). Todo el edificio está compuesto por bóvedas, y sólo existe madera en los marcos, puertas y ventanas.

Tras el Concilio de Trento (1563), Felipe II concede el monopolio de impresión para libros litúrgicos a los jerónimos de El Escorial que imprimirán en el Monasterio del Prado de Valladolid.
El germen de la Academia surge en las tertulias de 1735 en el domicilio de Julián Hermosilla, abogado de los Reales Consejos, para tratar asuntos de Historia.

 Felipe V crea oficialmente la Real Academia de la Historia en abril de 1738, aprobando sus estatutos, donde se establecía que la finalidad era la de aclarar “la importante verdad de los sucesos, desterrando las fábulas introducidas por la ignorancia o por la malicia, conduciendo al conocimiento de muchas cosas que oscureció la antigüedad o tiene sepultado el descuido”. En 1785, Carlos III ordena su traslado a la Casa de la Panadería, en la Plaza Mayor de Madrid, y en 1836, Mendizábal le concedió a la Academia gran número de códices, documentos y libros, además del caserón del Nuevo Rezado obtenido tras la famosa desamortización, aunque en la práctica no se trasladaría a él hasta 1874.

LA ACADEMIA EN EL NUEVO REZADO

Según la REVISTA EUROPEA, se reflejaba de esta manera la toma de posesión de la nueva sede de la Academia, el 28 DE JUNIO DE 1874.
Al Sr. Llorente contestó el señor marqués de Molins, cuyo discurso, del mismo modo que el anterior, fue escachado con universal interés y aplauso.
Las obras que se han hecho en el edificio son de bastante importancia, … El decorado del salón en que se ha verificado la inauguración es sencillo, pero elegante. Las paredes están pintadas al óleo, de color gris claro, y recuadradas con una moldura blanca. El techo es sencillo, y el piso de mármol blanco de Italia. Adornan los muros del salón los retratos de Felipe V bajo el dosel presidencial, con Carlos III y Carlos IV á uno y otro lado: siguen los del emperador Carlos V y su hijo Felipe II, ., En el pórtico se han colocado dos grandes estatuas de alabastro, representando á Pelayo y la Felicidad, …”

En el Año 1945, el Director M. LÓPEZ ÜTERO, solicitaba la inclusión en el Tesoro Artístico Nacional del edificio, justificándolo de la siguiente manera:

“…Este edificio, mandado construir por Carlos III a su arquitecto don Juan de Villanueva arquitecto digno de tan gran monarca -, es conocido con el nombre de “ Nuevo Rezado”, y en él tiene su sede esta Real Academia; la historia de cuyo domicilio va a exponerse brevemente.…

“… y el dia 28 de julio de 1785, celebró la . Academia su primera Junta en la dicha Real Casa de la Panadería, para continuarlas allí durante muchos años.

…Es en 1871 cuando, libre de toda vecindad, disfrutó la plena y total posesión del edificio, tal como se lo cedieron muchos años antes, hasta 1910, que vuelve a la propiedad del Real Patrimonio, y en 1931a la del Estado, el cual percibe las rentas de la Academia, su inquilina actual.

Pero aparte del valor histórico en sí, lo tiene más importante aún en el aspecto artístico, que va a indicarse brevemente; ya que, según las nor mas establecidas para la in formación en esta clase de expedientes, es a la corporación hermana, la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, a quien corresponde comentarlo ampliamente. La Casa del Nuevo Rezado es una consecuencia de la construcción del Museo del Prado. Cuando Felipe II funda el Monasterio laurentino, incluye entre los bienes de su dote el privilegio de la venta de los libros del Rezo Divino, establecido por el Papa San Pío V y que la Coro no había poseído hasta entonces. Este monopolio se mantuvo desde 1573 basta principios del siglo XIX, en favor de los Jerónimos de El Escorial. ….

Para su depósito y venta, poseían los monjes, ya a principios del siglo XVII, una casa o “cuarto” en el Prado, muy cerca de San Jerónimo el Real y en cierto modo unido al conjunto de sus edificaciones. Decidida por Carlos Ill la construcción del Museo de Ciencias Naturales y Academia de Ciencias, fue preciso ensanchar y mejorar aquellos lugares y destruir, por lo tanto, el viejo Rezado. Indemnizada la Comunidad, adquirió del Conde de Clavijo, en 1788, dos casas situadas en la calle de León, entre las de Santa María y de las Huertas. Derribadas, el solar resultante esperó poco tiempo el replanteo de un nuevo Rezado, cuyo proyecto se encomendó a don Juan de Villanueva, en plena madurez de su actividad creadora y en el apogeo de su prestigio.
No se han encontrado los planos originales, que debieron perderse pronto, pues cuando don Juan Miguel Inclán Valdés tiene que realizar pequeñas obras de reforma para acoplamiento de la Academia, los levanta totalmente. Posteriormente, en 1856, don Narciso Pascual y Colomer, arquitecto mayor de Palacio, se sirvió de los planos de Inclán Valdés, que no devolvió; los de éste también han desaparecido. Por eso, un académico arquitecto los levantó hace pocos años ofreciéndolos a la Corporación.

Estaba don Juan de Villanueva por aquel tiempo embargado con su gran obra del Prado. La que se le encomendaba, muy secundaria al lado de la otra, aunque los frailes no se recataran de anunciar una “fábrica magnífica”, parece que sólo serviría para distraer su atención. Pero lo que en otro hubiera sido «obra de oficina “, la de los clientes Jerónimos resultó, por la exquisita conciencia del maestro, «obra de firma”.
Villanueva estableció, conforme a la finalidad del edificio, un sistema de locales abovedados, de dimensiones ponderadas entre las flechas y luces, para que los contrarrestos no hiciesen demasiado densa la planta. Adoptó como tema a repetir, la bóveda cilíndrica, con sus juegos clásicos de aristas, de rincón de claustro, con lunetos simples o dobles, etc.

El plan de distribución es vulgar, pero bien ajustado a la función y a la estructura preestablecida. Lo ordenó según un eje de simetría, sobre el que situó dos patios alrededor de los cuales desarrolla las crujías abovedadas. Las irregularidades se disimulan entre patios y crujías por un hábil recurso de compensación, en los que Villanueva era maestro.
De circulación simple, lo posiblemente servida de luces, la planta adoptada es, en fin, aunque común, sencilla y cumplidora del impuesto programa. Tenía éste tanto de depósito, como de palacio; de taller, co1no de casa religiosa. Cumplió el arquitecto tan diversas funciones sin resentirse la unidad.

…Ia fachada obedece también a una simetría; en el eje, gran puerta, balcón y escudo (el de San Lorenzo); todo reposada ente geométrico. La sobriedad del fondo se aumenta por la masa de m u ro desnudo entre las filas de huecos de las últimas plantas, silenciosa expresión de la abovedada estructura. En estos alzados todo es ordenado, concordante y sencillo. La moldara correcta, de la educación preceptiva. La rigidez propia de la devoción herreriana. Y el conjunto, en fin, sereno y noble; por sobrio y correcto, elegante.

Es el Nuevo Rezado ejemplo de perfecta construcción de la época; pero necesita ya constantes atenciones, Frecuentemente, esta Real Academia se ha dirigido a V. I. exponiendo la necesidad de reparar daños, mudar instalaciones y sustituir elementos que ponen en grave peligro su riquísima biblioteca y colecciones. Por esto; por el valor artístico del edificio; por su historia unida a la de la actividad de la Corporación, merece del Estado, su propietario, incluirla en el Tesoro Monumental de la Nación, cui dando de sus fábricas e instalaciones, tanto ahora como cuando, decidida la ampliación de su Biblioteca o, alguna vez, el traslado de sus dependencias a otro local más amplio, sea el nuevo destino digno de su historia y de su arquitectura y siempre objeto de extremado cuidado y vigilancia.

Por todo lo cual, la Real Academia de la Historia a V. I. solicita respetuosamente sea declarado el Nuevo Rezado Monumento Histórico-Artístico...Aprobado por la Academia en junta de 31 de marzo de 1945.

Estamos pues, ante un edificio de aparente sencillez, poca ornamentación, con distribución sencilla, funcional e iluminación natural en todas las estancias, en el que el principal objetivo es la salvaguarda y protección del valioso contenido, ayer y hoy, desde hace casi 230 años.

En los años ’70 al edificio del Nuevo Rezado se le anexiona el contiguo palacete decimonónico perteneciente al I Marqués de Molins. Este Palacio, situado a la espalda del Nuevo Rezado y cuya fachada principal asoma en la calle Amor de Dios, paralela a la del León.
Sin embargo la manzana rectangular, está incompleta, falta una tercera construcción, una pequeña casa con fachada a la calle Huertas, donde nació “el insigne dibujante Daniel Urrabieta Vierge (1.851 1.904)”, ilustrador de una de las ediciones de El Quijote, en este barrio de las Letras donde cada manzana es un recuerdo del Siglo de Oro de las Letras Españolas. No se completará la totalidad de la manzana hasta 1.978, realizándose en obra la mimetización con el edificio decimonónico existente, pero marcando las juntas de la antigua construcción. Los arquitectos encargados de la adecuación, reforma y ampliación de la Real Academia de la Historia son Fernando Chueca Goitia y Emanuela Gambini.

BIBLIOGRAFIA.

El Nuevo Rezado, Sede de la Real Academia de la Historia. Aportaciones sobre su origen, historia y situación presente / Pedro Ponce De León, Artículo Boletín de la Real Academia de la Historia V.207, nº3,2010,págs. 441-512

Web de la real Academia de la Historia y Planos de la Visita Virtual en www.rah.es

Santiago Durán García
Arquitecto Técnico (UPM)
MDI Máster En Dirección Inmobiliaria (UPM)
EEM Gestor Energético Europeo (UPM European Energy Manager)
T/f 918.433.646 M. 618.519.717
www.sduran.es
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