EL IMPUESTO A LOS PERROS por Santiago Durán

Santiago Duran García PROYECTOS Leave a Comment

Nos estamos dando cuenta, en estos tiempos, del enfrentamiento que provocan algunos políticos acerca de que subamos los impuestos a algunos (ricos, energéticas, tecnológicas, empresas, autónomos, …) para pagar la crisis que se nos viene encima en este 2021, en el que muchos han perdido sus puestos de trabajo, y muchos ERTES se transformarán en ERES.
Porque la realidad es tozuda pese a los políticos, y si una empresa no es viable, desaparece, especialmente si no se le facilita o reduce o se tiene en cuenta el coste que suponen muchos impuestos que las gravan.

IMPUESTO A LOS PERROS
Hoy les hablaré de esos seres fieles que deambulan por las calles con sus dueños, que fueron un artículo de lujo, que permitía salir de casa en el confinamiento, cuando otros, como los niños o los abuelos, debían quedarse en casa encerrados.
Los perros, en muchos casos, manchan con sus defecaciones la vía pública, mean en las esquinas (y en las ruedas de los coches, si se descuidan), y provocan que aumenten los gastos municipales de limpieza.
A los que vamos por las calles mirando hacia arriba, por deformación profesional, de vez en cuando, nos llevamos un regalito de su parte, dejando mal olor y mala leche.
¿Podríamos poner un impuesto más a los dueños de perros? ¿Marcaríamos un importe en relación al tamaño?, ¿Del perro o de la defecación? A perro más grande, caca más grande, o no.
Si hubiera ese impuesto, ¿Qué incentivo tendría el dueño para recoger las deposiciones?

LABOR SOCIAL
Pensándolo bien, el dueño, o la familia que tiene un perro, puede quererlo mucho, los animales cumplen una labor tremenda en la sociedad, puede ser incluso un artículo de 1ª necesidad como los perros guía, no sólo se trata de un animal de compañía.
Hacen una labor social, en la policía, bomberos, como tratamiento terapéutico, como animal de compañía. Además, puede ser un perro adoptado, castrado, con sus vacunas y con gente que los cuida temporalmente para devolverlo a la sociedad, para que pueda volver a convivir con los humanos.
 Los dueños de los perros compran comida de perro, juguetes de perro, arneses, correas, medicamentos para la artritis, los llevan al peluquero, los desparasitan, les ponen sus vacunas y los llevan al veterinario, y por todas estas actividades ya pagan impuestos.

Casi como una persona, ¿ven la similitud?
¿Vamos a dejar de tener perros, de comprarles cosas, de cuidarlos y de pasar nuestro tiempo con ellos sólo porque tengan un impuesto? No ¿Vamos a vivir en otro país sin esa carga? Tampoco, los perros son parte de la familia, sus dueños lo saben.
No, los perros no pueden escapar de los impuestos, y los dueños tampoco.
Ni los perros, los gatos, las ovejas, las vacas, los caballos, los burros, los cerdos o las ocas, (si, viviendo en un pueblo tenemos cerca todo tipo de animales) pueden escapar de los impuestos.
Nosotros tampoco, si ponen un impuesto al diésel (ya cargados de impuesto) lo pagaremos nosotros, los dueños de animales y los que no, porque toda la mercancía nos llega en un vehículo diésel, furgoneta o camión.

Les recuerdo los impuestos que han subido este 2021:

  • Tasa Tobin
  • Tasa Google
  • Tasa a las transacciones bancarias
  • Tasa a los Plásticos de un solo uso
  • Impuesto a Seguros de coche y Hogar
  • Matriculación de Vehículos
  • IVA Bebidas azucaradas
  • Impuesto de Patrimonio
  • Impuesto de Sociedades
  • IRPF
  • Impuesto al diésel.

No creo que esta crisis la tengan que pagar los perros, otros animales de compañía, o de granja.
Esta crisis y sus repercusiones las vamos a pagar todos. Ya lo estamos haciendo. El tremendo crecimiento de la deuda que pagaremos nosotros y nuestros hijos, los ERTES, ERES, el aumento del paro y la destrucción brutal del tejido productivo, las empresas y los autónomos.
Seguro que por su calle ya ve todos los comercios que están cerrados, y que no volverán a abrir. Eso no se soluciona con más impuestos.
Si nos suben los impuestos no vamos a poder escapar, pero si podemos pedir responsabilidades, al menos esto nos diferencia de los pobres perros, nosotros sí que podemos protestar, y luego cambiar, democráticamente, al que se cree nuestro dueño.

Pero terminemos con algo positivo. Si al final deciden en su familia que quieren un perro (o cualquier otro animal de compañía), ahí tienen un enlace a una asociación que los recoge, los recupera para la sociedad, y los ofrece a las familias y particulares: ACUNR (Animales con un nuevo rumbo) (https://www.acunr.es/). Ojo que un animal es exactamente eso, una responsabilidad para toda la familia.

Santiago Durán García
Arquitecto Técnico (UPM)
MDI Máster En Dirección Inmobiliaria (UPM)
EEM Gestor Energético Europeo (UPM European Energy Manager)
M. 618.519.717
www.sduran.es /santiagodurangarcia@gmail.com /LinkedIN Santiago Durán

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