EFICIENCIA ENERGÉTICA – ¿REFRIGERACION GRATIS? LAS FRESQUERAS Por Santiago Durán

Santiago Duran García PROYECTOS Leave a Comment

En tiempos pasados, cuando no se contaba con las modernas neveras, ni aún con energía eléctrica, la FRESQUERAS eran el sistema más utilizado para la conservación de los alimentos, junto con la despensa.
Hace relativamente poco tiempo, ya que los frigoríficos no empezaron a generalizarse hasta ser asequibles a la clase media de los años 50 y 60,  existían las llamadas fresqueras, o bien bajo ventanas ó  incrustadas en los muros, siempre junto a la cocina, cuyo fin era enfriar durante la noche la leche y el agua.

Casi el 19% de la electricidad consumida en los hogares españoles se destina a la refrigeración a 8ºC y congelación de alimentos a 4 ºC.

La principal causa de pérdida de frío, y mayor consumo eléctrico en un frigorífico, se debe al aislante, a su tamaño, al número de alimentos almacenados, y al nº de veces que se abra, ya que el aire frío se escapa por la puerta al abrirla. Las clases más eficientes cuentan con un mejor aislamiento, pero hoy veremos una forma de mantener los alimentos fuera de ella.

ANTECEDENTES
Todos conocemos los estantes en los gruesos muros de las casas de pueblo, pero conforme se van habitando las ciudades, se inventan nuevos sistemas para mantener los alimentos.
Ante la ausencia de neveras, las fresqueras servían para guardar en su interior alimentos como la carne, el pescado, el queso, los huevos, la mantequilla, e incluso alimentos ya preparados para que estuvieran frescos. En su exterior estaba recubierta por una tela metálica, de esta manera se encontraba protegida del ataque de los insectos.
Dicha malla o tela metálica era muy tupida. La fresquera y el botijo eran elementos fundamentales del confort familiar a la hora de mantener frescos tanto los alimentos como el agua.

Podemos distinguir tres tipos principales de fresqueras:

  1. Las que se encuentran integradas dentro de la estructura de la vivienda, pero con comunicación con el exterior.
  2. Las que se hallan en el exterior del edificio pero próximas al mismo.
  3. Las que se limitan a una especie de caja, más o menos grande, por lo general de madera, u otro material, y que pueden ser trasladadas de un lugar a otro.

CARACTERÍSTICAS GENERALES
Aunque existieron multitud de tipos, formas y tamaños en las cámaras, siempre supeditadas a la arquitectura de los edificios, algunas de las características más extendidas y comunes son las siguientes:

Para acceder a ellas se usa de una pequeña ventana, o trampilla de dos hojas para mayor comodidad de manipulación que se construía lo más cerca posible del suelo pero sin tocar en él. Este ventanuco solía tener forma apaisada. Por el exterior estaba resguardada del ataque de los insectos por una malla metálica suficientemente densa y por el interior de los animales domésticos así como de la polución por el ventanuco.
Las fresqueras debían estar en un sitio especialmente diseñado, resguardadas del calor del sol y a tal efecto habían de hallarse orientadas al Norte ó al Este. Y También debían estar cerca de la cocina para que su servicio fuera más cómodo.

…”Ya no hay una fresquera
que se asome curiosa a la ventana,
ni una despensa con estalactitas,
de jamones, peras de invierno y pasas”…
Del libro “Calles y versos en Madrid por Juan Antonio Lázaro Lacalle

FRESQUERAS TRADICIONALES MADRILEÑAS
En la actualidad, se considera que las mejores viviendas  son los orientados al sur, para que la luz del sol llegue hasta todas las estancias, pero antes los más apreciados miraban al nordeste, ese punto del horizonte que traía los vientos fríos que permitían que las sobras de la comida se conservasen en la fresquera.
Una fresquera era una jaula o armario que se colocaba en lugar ventilado, generalmente debajo del alféizar de la ventana de la cocina y mirando hacia un patio interior para evitar el sol directo.

Esto era antes de que llegaran las neveras alimentadas por barras de hielo y después los frigidaires, hermanos mayores de los hoy comunes frigoríficos congeladores.
Uno de los casos singulares de huecos es el de las cocinas a patios. Se trata de un hueco dividido en dos partes: la superior corresponde a una ventana tipo sin persiana, mientras que la inferior es una fresquera. Ésta tiene una rejilla en su parte exterior y puertas de madera en su lado interior, estando configurado el elemento por bastidor de madera con maineles intermedios al interior y al exterior.

El hueco que ocupa la fresquera se halla en continuidad vertical con la ventana de la que la separa simplemente una encimera y un travesaño.
El fondo de la fresquera viene en principio determinado por el ancho del cerramiento, y originalmente el hueco no tiene persiana.
Aún hoy en día, en muchas casas de antigua construcción, se pueden contemplar las fresqueras, si bien en muchos casos los huecos en los que estas se encontraban, han pasado a ser el alojamiento de aparatos de aire acondicionado, o armarios interiores.

MATERIALES Y ACABADOS
La parte correspondiente a la ventana es análoga a la ventana tipo.
La fresquera está hecha de madera pintada, con mosquitera y herrajes metálicos también pintados.
En la parte donde daba al exterior y estaban las lamas, estas solían tener una pequeña inclinación para así facilitar la entrada de aire húmedo del patio y es que muchas casas del casco histórico, por ejemplo de Madrid, las cocinas y los baños, es decir, los cuartos húmedos de las viviendas se  orientan al patio interior.

Esto es importante porque los patios interiores suelen tener bastante sombra a lo largo del día, aunque depende también de la planta, la orientación y las dimensiones del patio.
Estas fresqueras se localizaban retranqueadas bajo la ventana para evitar en la medida de lo posible el calentamiento por la radiación solar.
En las casas donde aún existen fresqueras, la gente suele seguir utilizándolas para guardar algún alimento, como patatas, verduras o frutas . O incluso para guardar utensilios de limpieza, zapatos, etc., aunque este elemento va desapareciendo.

AISLAMIENTO
Como elemento de paso de aire al interior de la vivienda algunos usuarios consideran incómoda su presencia. Hay que decir que, al igual que la ventilación en los huecos de ventana, la ventilación que aporta la fresquera al espacio de cocina era importante para la ausencia de condensaciones, si tenemos en cuenta la baja capacidad de aislamiento del muro exterior y la mayor producción de vapor de agua por la cocción en las cocinas.
Hoy día no resulta lógico abrir un hueco sin aislar a la fachada, cuando se intenta conseguir el mayor ahorro energético mediante el aislamiento de la envolvente y de los huecos.

Nos encontramos ante una cuestión de equilibrio entre las soluciones constructivas: reducir la renovación de aire debería ir unida a la incorporación de un mayor aislamiento térmico si se pretende evitar la posible aparición de humedades patológicas.
En este caso nos encontramos con un elemento que nos informa de formas de vida y de aspectos de la cultura material que ya no persisten, pero que, sin impedir la calidad de vida pretendida por el usuario de la vivienda, deben conservarse en lo posible como testigos de otra época.

En el caso de creación de una fresquera aprovechando el espacio de una ventana o hueco orientado al norte, es importante tener las siguientes consideraciones:

  1. Se debe mantener la ventana o cierre hacia la vivienda, para evitar entrada de frío/calor.
  2. Se debe disponer de ventilación exterior, en las partes bajas y altas, para permitir la circulación de aire, y conservar naturalmente los alimentos que no requieren temperaturas bajas.
  3. Es conveniente situar lamas en la parte exterior junto con una mosquitera para evitar en lo posible la entrada de luz solar e insectos

FRESQUERA EN VENTANA EXISTENTE
Como ventajas señalaremos de la fresquera que evita el ruido molesto al no tener motor, evita consumo eléctrico, evita el calor indeseable que genera el motor en verano y no se estropean los alimentos por corte eléctrico, ocupa un espacio hasta el momento sin utilizar, liberando espacio y consumo del frigorífico.
Una de las grandes obsesiones de nuestro tiempo es la de meter todos los alimentos en la nevera. Nos da igual que sea necesario o no, o que algunos de ellos degeneren en términos de sabor al someterlos al frío.
La carne, el pescado fresco y la leche son los únicos productos que verdaderamente necesitan refrigeración. Si todos los demás ingredientes los mantienes fuera del frigo… ¿por qué no ahorrar instalado una fresquera en una ventana?

¿QUE ALIMENTOS SE GUARDAN EN LA FRESQUERA?
Pues básicamente aquellos alimentos que no requieren de refrigeración y preferiblemente con protección contra la luz, que daña la mayoría de los alimentos.
Una de las grandes obsesiones de nuestro tiempo es la de meter todos los alimentos en la nevera, una moda americana de compra mensual y frigoríficos monstruosos de dos puertas.
Nos da igual que sea necesario o no, o que algunos de ellos degeneren en términos de sabor al someterlos al frío.
El tomate, las frutas tales como melocotones, melones, nectarinas, berenjenas, calabacines ó pimientos, pierden en sabor y textura a menos de 10 grados.  Siempre que sean piezas enteras , en buen estado, y realizando una compra semanal, pueden mantenerse en lugar fresco fuera de la nevera.

Algunas hortalizas  se deben almacenar fuera de la nevera, como las patatas, las cebollas o los ajos. En la nevera, los almidones de la patata se convierten en azúcar por el frío, por lo que su sabor cambia. Lo importante  es tenerlas siempre a oscuras: para ellas y para las cebollas y los ajos.
Otra costumbre frecuente es el de meter el pan o la bollería en la nevera. Al contrario de lo que parece, envejecen más rápido allí que en una panera sobre la encimera de la cocina. Si se quieren conservar más de un par de días, lo mejor es congelar en rebanadas o trozos pequeños e ir descongelando en el tostador o a temperatura ambiente.
Los quesos semi o curados tampoco hay por qué meterlos en la nevera si se consumen con cierta rapidez y se dispone de un lugar fresco en casa donde se puedan guardar envueltos en papel o en una quesera.
Meter cereales, legumbres, frutos secos, conservas, pasta, harina o azúcar es un desperdicio de energía, son alimentos que aguantan perfectamente a temperatura ambiente hasta la fecha de caducidad.

FRESQUERA CON INERCIA NOCTURNA
Es un compartimiento al exterior y orientado al norte, que aprovecha la circulación natural de aire frío para mantener alimentos que requieran de refrigeración ligera, esta no debe de pegarle el sol.
Se realiza un compartimiento en el muro norte cerca de la casa. Se recomienda que sea de 1.20 x 0.70 m. El compartimiento cuenta con 3 caras de mampostería (ladrillo, tabique, etc.), siendo la o las que dan al exterior de piedra. La parte interna se aplana. En el muro exterior se colocan 2 tubos de 75 mm abajo y 2 arriba, por los cuales entrara el aire frío y saldrá el caliente, respectivamente. Se le colocan divisiones internas, para colocar los alimentos y una puerta hermética que mantenga la temperatura del mueble. Es importante que la puerta interior con la vivienda se encuentre aislada.

REFRIGERADOR NOCTURNO
Si tomamos la fresquera básica, usada por necesidad, y lo anexamos al concepto ya explorado de masa térmica y retención de temperatura de la misma, podemos tener un refrigerador moderno que en muchas áreas requiere la mitad de la energía de las fuentes exteriores respecto de los refrigeradores convencionales.
Con este “refrigerador” permitimos la entrada del aire frío desde el techo (que es más pesado y desciende) y almacenándolo en masa.

Este refrigerador el fórmula 1 de las fresqueras que proponemos hoy, es una pequeña caja dentro de una gran caja; ambas obtienen lo que necesitan en concepto de temperatura.
En muchas zonas de la Sierra Norte de Madrid este refrigerador funcionaría como se muestra, abriendo a las temperaturas nocturnas, y cerrando durante el día.
La temperatura nocturna llega en el espacio del refrigerador que tiene masa y está aislado. Este espacio es cerrado durante el día y la masa permite retener el frío de la noche, durante todo el día. El proceso es cíclico diariamente.
Aún en áreas donde no hay heladas de invierno, la masa térmica de la fresquera ayuda a mantener el frío así reduciendo la energía requerida para mantener la refrigeración.

Las neveras convencionales sólo tienen aislamiento, y pierden la temperatura rápidamente cuando se queda sin energía. Cuantos más alimentos tengamos en el interior mayor será la masa térmica, pero también mayor la energía para mantenerlos fríos.
A todos nos ha ocurrido alguna vez por avería o corte de luz que nos hemos encontrado con una cantidad desmesurada de alimentos a los que dar salida.
 El refrigerador nocturno tiene aislamiento  y masa. En algunas áreas esta unidad podría ser usada sin ninguna unidad auxiliar refrigerante, quitando los meses más calurosos del año.
Cualquier lugar que tenga temperaturas cercanas a cero de noche el 90% del tiempo puede tener esta refrigeración gratuita.

BIBLIOGRAFIA
ECOTECNOLOGIAS PARA EL DESARROLLO RURAL Y URBANO CATALOGO México, D.F. 1992 Carrasquilla Editores, S .A.

Santiago Durán García
Arquitecto Técnico (UPM)
MDI Máster En Dirección Inmobiliaria (UPM)
EEM Gestor Energético Europeo (UPM European Energy Manager)
T/f 918.433.646 M. 618.519.717
www.sduran.es
santiagodurangarcia@gmail.com/ s.duran@sduran.es

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